La posible aprobación del proyecto de ley que busca prohibir la quema de caña traería impactos negativos en la calidad del aire, según advirtió el especialista en Ingeniería Ambiental, Walter Zelada.
El estudioso dijo que teorías científicamente comprobadas indican que, en promedio, una hectárea en verde de caña de azúcar absorbe 72 toneladas de CO2, mientras que la quema del esboce, emite 7,78 toneladas del mismo gas, (equivalente a lo producido por 8 autos en un año). Asimismo, el especialista afirmó que el CO2 que absorbe la caña, lo transforma en 60 toneladas de oxígeno puro (lo suficiente para que 10 personas respiren durante un año).
«Al dejar de cultivar la caña perderíamos el 70 % del saldo favorable, que queda al restar el aire puro que produce menos la polución que genera su quema», destacó.
Zelada manifestó que la caña es una alternativa menos contaminante que cultivos tradicionales como el arroz, el cual emite un 60% más de CO2 que la caña; pero además genera metano, responsable del efecto invernadero, que daña los cultivos. Asimismo, este cereal utiliza ingentes cantidades de agua, pues se riega por inundación, en comparación de la caña, que usa riego por goteo.
Cambios en proyecto
En tal sentido, Zelada pidió a los parlamentarios reformular el mencionado proyecto de ley para evaluar otras alternativas como la disminución progresiva de la quema. Añadió que no se han tomado aspectos técnicos y sociales importantes en el contexto actual, el cual no sería beneficioso para el medio ambiente, sino todo lo contrario.
Además, el especialista recomendó implantar otras medidas como la colocación de cercos de otros cultivos forestales, que servirían de filtro para reducir la expansión de las cenizas.