La falta de medidas oportunas por parte del Gobierno agrava las consecuencias de la inflación para el bolsillo de los peruanos.
El docente de administración y finanzas de ESAN, Edmundo Lizarzaburu Bolaños, advirtió que, probablemente, el 2023 será un año bastante duro para las familias y la economía peruana, debido al incremento de precios por la inflación.
Lizarzaburu explicó que el Gobierno no ha tomado medidas respectivas para mitigar la situación y prueba de ello es la demora en la compra de fertilizantes que favorece el alza de precio de los productos agrícolas.
“La inflación es el incremento generalizado de los precios y, lamentablemente, va a continuar el próximo año, porque no se han tomado las medidas en el momento que se debieron tomar. Entonces, para el próximo año los precios no van a subir a la velocidad que han subido este año, pero van a ir subiendo un poco porque la coyuntura internacional tampoco viene ayudando”, expresó.
Asimismo, señaló que la coyuntura internacional fortalece el panorama desalentador, dado que, Estados Unidos se encuentra atravesando un proceso de cuasi recesión por segundo año consecutivo en valores negativos, Europa pasa por un problema energético y la crisis por la guerra entre Rusia y Ucrania.
El docente refirió que una estrategia importante frente al control inflacionario es procurar que el dinero se mueva a través de grandes inversiones y para ello, se necesita generar confianza en el sector empresarial.
“Pero, en definitiva, el 2023 va a ser un año difícil con o sin recesión, pero en definitiva la clave importante es ver la manera de que el dinero se mueva (…) Hacer que el ciclo productivo de las empresas empiece a dinamizarse para que se forme un equilibrio entre la oferta y la demanda”, dijo.
En tanto, saludó la estrategia del BCR y el MEF de subir nuevamente la tasa referencial, resaltando que los resultados no se verán a corto plazo sino en doce meses, aproximadamente.