La turbulencia política, acentuada en las últimas semanas tras la denuncia fiscal al presidente Pedro Castillo, reavivó el miedo de las mypes.
La inestabilidad política está afectando la toma de deuda de las mypes, que ahora retrasan su decisión de financiamiento. El ritmo de recuperación de la economía en el último año iba bien, tras los meses más difíciles de la pandemia, pero entre septiembre y lo que va de octubre se identifica mucho recelo en la toma de créditos, comentó Walter Rojas, gerente central de Negocios de Caja Cusco.
Se juntaron varios aspectos complicados, en especial en las últimas semanas, que no llegan a desanimar a los empresarios, pero sí les genera incertidumbre y temor o miedo a tomar deuda, porque no saben cómo será el comportamiento económico y, sobre todo, la influencia política, advirtió.
“Si tuviéramos una estabilidad política, veríamos también estabilidad económica y los negocios tomarían mayor riesgo; pero el contexto hoy, tanto para los negocios y las entidades financieras, genera incertidumbre y cautela en la colocación de créditos”, refirió.
El ruido político que afecta al país se acentuó en las últimas semanas,desde la denuncia presentada por la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, contra el presidente Pedro Castillo, por los presuntos delitos de organización criminal, tráfico de influencias y colusión. El gerente central de Operaciones y Finanzas de Caja Ica,Walter Leyva, coincidió en que hay menor dinamismo en la toma de deuda, pues las mypes no están arriesgando en los mismos niveles que hace unos meses y sus inversiones son moderadas.