“¿Tienen el ejemplo de algún país en el mundo que funcione bien con el régimen económico que ustedes tienen en mente?”, cuestionó Waldo Mendoza, exministro de Economía. En vista del revuelo que causa el pedido de una asamblea constituyente y el cambio de constitución, explicó las razones por las que deberían declararse infundados esos requerimientos impulsados por la izquierda peruana.
En ese sentido, indicó que la búsqueda constante de “refundar el país” que propone la izquierda política es en realidad un atentado contra el progreso, especialmente de los más vulnerables.
“Utilizando la base de datos más completa del mundo, de 300 variables, en 367 países, se ha encontrado que i) todos los indicadores de bienestar material están atados a la evolución del PBI per cápita; ii) no existe un país en el mundo que haya progresado sin un crecimiento económico sostenido y iii) tampoco existe un país con crecimiento económico sostenido que no haya progresado”, explicó.
Por otro lado, sostuvo que la Constitución vigente promueve la inversión privada y el crecimiento económico, así como le permite al Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) y al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) hacer muy buenas políticas.
“Nosotros, a fines de los ochenta teníamos más de 200 empresas públicas, hasta el cine Colón era estatal, y casi todas deficitarias. De las que quedan, Petroperú, que no cotiza en bolsa, se embarcó hace 10 años en la refinería de Talara, que costó US$ 6000 millones, y puede ser un museo en unas dos décadas; y en el efímero gobierno de Castillo, Petroperú estuvo gobernado por un directorio que lo puso al borde de la quiebra, y para rescatarla el país dilapidó más de US$ 2000 millones”, sentenció.