La falta de limpieza y mantenimiento del tanque de agua puede ocasionar la multiplicación de gérmenes y bacterias perjudiciales para la salud de la familia. Por ello, los especialistas de Sodimac Constructor y Maestro traen consejos para evitar estos escenarios.
Programa la limpieza y reserva el agua sobrante: esto debe hacerse cada seis meses para evitar que los microorganismos se adhieran a las paredes. Cierra la válvula de llenado un par de días y vacía el tanque. Reserva el agua sobrante para otras cosas como la limpieza, riego o para descargar los sanitarios.
Ten lo necesario a la mano: debes tener un par de escobas con cepillo corto o dos cepillos, un par de franelas que no dejen pelusa y un balde con lejía. Mezcla 10 ml de lejía por cada litro de agua que utilices y siempre usa los elementos de protección personal adecuados.
Énfasis en las esquinas: debes limpiar y desinfectar los bordes y esquinas del tanque. Ahí es donde se acumulan las partículas sólidas que trae el agua y puede generar sarro, el cual puede acumularse, desprenderse y viajar a las tuberías originando algún bloqueo.
Busca manchas: la acumulación de microorganismos puede evidenciarse con la aparición de manchas en las paredes del tanque, que selen ser verdosas o variar entre ocre y negro. Retiralas cepillando con un poco de lejía.
Grifos abiertos: una vez terminada la limpieza, se deben abrir todas las llaves de los grifos antes de iniciar el llenado del tanque. Esto permitirá que el agua circule y permita la salida del aire de las tuberías. Actualmente, existen tanques de agua que son fabricados con tecnología que evita la propagación de algas y microorganismos. Sin embargo, el buen mantenimiento es fundamental para que estas funcionen óptimamente.