El secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Salazar-Xirinachs, se refirió a la actual situación de convulsión social que atraviesa el Perú y dijo que se necesitan “diálogos para lo inmediato” que den pie a una negociación que logre detener las protestas en el país.
En entrevista con EFE, el representante del organismo económico de la ONU para la región expresó que “la polarización extrema, las crisis de constitucionalidad y los cambios muy frecuentes de gobiernos siempre terminan desbordándose al campo económico. Es un reto político que las fuerzas sociales y los gobiernos lleguen a acuerdos para volver a la estabilidad”.
Aun así, reconoció que las gestiones para encontrar diálogos “no son ejercicios fáciles porque cuando hay un ambiente en el que la gente está enardecida y resentida, por lo que percibe como represión, el ambiente es difícil para el diálogo”.
El economista, quien asumió la dirección de la Cepal el pasado octubre, explicó que la región sufre un crecimiento económico “estructuralmente bajo” y que no se puede achacar sólo a la pandemia o a las repercusiones de la guerra en Ucrania, aunque estos eventos evidentemente no ayudan.
Señaló que las protestas sociales tienen un impacto indudable en la economía de los países afectados y en el caso de Latinoamérica se suman a un crecimiento muy lento que impide reducir las tasas de pobreza rampante.
“Nosotros reflexionamos sobre la gobernanza y la calidad de las instituciones, y hay que entender que la mala política puede matar la economía. Cuando los países entran en círculos viciosos de protestas sociales y desestabilización política, la economía sufre mucho”, afirmó.