El economista Luis Miguel Castilla se pronunció sobre la convulsión social que atraviesa el país e indicó que pese a que existen reclamos fundamentados de parte de la población, no tenemos actores políticos que puedan garantizar una solución que favorezca a todo el Perú.
“Los agitadores responsabilizan a la Constitución de 1993 de la gran desafección ciudadana y la frustración ante un modelo que no ha favorecido a todos por igual. Sin embargo, los proponentes de esta salida subestiman el impacto económico adverso que tendría abrir esta caja de Pandora”, comentó.
Asimismo, sostuvo que esto sería consecuencia de la incapacidad que tiene el Estado para ser un buen gestor de recursos.
“En ese marco, resulta sorprendente que en la actual coyuntura estén ausentes reclamos por cerrar brechas en las zonas más deprimidas, y que no se sienta la voz de la mayoría de ciudadanos cuyo bienestar material está seriamente comprometido por la convulsión social”, cuestionó.
Finalmente, afirmó que más allá de la violencia presente en las manifestaciones, es necesario admitir que el Perú está dividido.
“No se puede soslayar el hecho de que el Perú se encuentra fracturado socialmente, que hay una severa crisis de legitimidad de las autoridades elegidas, y que existen grandes bolsones de la población, especialmente en las zonas altoandinas, que se sienten marginados del progreso. En el caso de estos últimos, además, se han visto severamente afectados por las crisis consecutivas que tuvieron que enfrentar en el 2022 (la de los fertilizantes y la de la sequía) que no tuvo ninguna medida de mitigación por parte del gobierno anterior”, explicó.