El Perú cuenta con un presupuesto público destinado a la “reducción de la vulnerabilidad y la atención de emergencias por desastres”, sin embargo, en los últimos cinco años se asignaron S/6 912 millones, de los cuales solo se ejecutó el 51 % en dicho periodo. Este presupuesto incluye obras para la prevención ante fenómenos como El Niño, lluvias intensas, heladas y sismos.
Tanto el Gobierno Nacional como los regionales y locales han dejado de ejecutar 56 %, 49 % y 42 %, respectivamente, del dinero que tuvieron a disposición. Y solo en 2022, a los tres niveles de gobierno se les asignó un total de S/1 120.7 millones, que según data de Transparencia Económica del MEF, al cierre de ese año quedaron sin ejecutar S/359.3 millones (el 32.1 %).
“Por nuestra ubicación geográfica estamos expuestos prácticamente a todos los peligros: inundaciones, huaicos, sismos, volcanes, tormentas eléctricas. Decir que el riesgo va a ser cero, no sería correcto. Pero, hay que trabajar en reducir los riesgos (…) Tener presupuesto es muy importante para que se tenga éxito en la implementación de las medidas de prevención. Si bien es cierto, los planes de prevención son claves, no es el fin último, es un medio que va a permitir que se materialicen medidas concretas”, comenta Alfredo Zambrano, subdirector de Gestión de la Información del Centro Nacional de Prevención de Riesgos de Desastres (Cenepred).
Zambrano recordó que como parte del Fondo para intervenciones ante la ocurrencia de desastres naturales (Fondes) también hay recursos para realizar intervenciones.
“Este es un fondo donde los gobiernos locales, por ejemplo, pueden recurrir para financiar los proyectos. Acá viene el trabajo articulado, porque el Cenepred como principal ente técnico identifica a nivel nacional todos los distritos que están expuestos Planes”, mencionó.
Cabe mencionar que a inicios de enero, el Cenepred ya había alertado que 6.4 millones de personas estaban en riesgo de ser afectadas por fenómenos naturales entre enero y marzo del 2023.