El origen de las protestas puede encontrarse mirando aquellas demandas que nunca fueron satisfechas, y gran parte de la responsabilidad, de acuerdo con el exministro de economía David Tuesta, está en los gobiernos regionales y locales. Pues si bien se descentralizó casi el 70 % del presupuesto nacional para distribuirlo en los otros dos niveles, la estrategia no funcionó.
En entrevista para La República, Tuesta recordó que hay casi 2 000 obras paralizadas y un 30 % de recursos sin ejecutar desde el 2022 por parte de autoridades locales. A diferencia de San Isidro, distrito de la capital que cuenta con un presupuesto anual para obras de S/70 millones; el distrito de Yarabamba en Arequipa, con 1 700 habitantes, tiene un presupuesto de S/300 millones, cuatro veces más que el distrito limeño.
En ese sentido, Tuesta cuestionó que un distrito como Yarabamba, que recibe canon minero, no cuente con agua potable.
“Los reclamos no se dirigen a donde deben ir. La población elige gobernadores y alcaldes en esos distritos ricos, y no les exigen que traten los problemas de anemia, agua, caminos, etc.”, señaló.
Por otro lado, el exministro indicó que la falta de celeridad en los grandes proyectos en las regiones se debe a que no hay un buen uso del presupuesto, como tampoco un buen expediente técnico y un constructor elegido en un proceso transparente. Ante este escenario es entendible que haya un cuestionamiento al modelo económico, ya que “¿cómo pensar que más Estado va a solucionar el problema”, apuntó.
“Hay que reconducir el proceso de descentralización donde falta el componente de capital humano”, manifestó.