En un reciente artículo de opinión, Luis Miguel Castilla, director ejecutivo de Videnza Instituto, analiza el modelo económico social boliviano, el cual tiene entre sus principios que el Estado debe ser empresario, inversionista y regulador. Sin embargo, “este modelo ha ocasionado una crisis debido a los desequilibrios macroeconómicos y un desplome de la liquidez externa que impide suplir la demanda de las divisas”, explica Castilla.
Las reservas internacionales líquidas del Banco Central de Bolivia (BCB) cayeron 50% entre el 31 de diciembre de 2022 y el 8 de febrero de este año, fecha en la cual la entidad financiera dejó de publicar sus reportes semanales. Además, las calificadoras de riesgo han reducido el rating soberano boliviano ante el deterioro de su capacidad de pago.
Con ello, Castilla pone como ejemplo las afectaciones que tendría el Perú si se sustituye el modelo económico actual por uno estatista. Los políticos que tienen la intención de crear una Asamblea Constituyente deben mirar primero lo que ocurre en países vecinos como Bolivia.
“Los congresistas peruanos que impulsan reformas constitucionales para cambiar la economía social de mercado a una economía popular de mercado harían bien en documentarse mejor sobre lo que está ocurriendo en Bolivia y no pretender importar recetas fallidas”, concluye.