La economía creció apenas 0.22% en marzo y no alcanzó para revertir las caídas que se registraron en enero y febrero.
La economía peruana se contrajo en un 0.43% durante el primer trimestre del año, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Esta caída se debió a las protestas sociales y políticas en el sur del país en enero, que hicieron que el PBI disminuyera un 1.02%, y a las lluvias que afectaron a las regiones del norte en febrero, causando una contracción del 0.51%.
Aunque en marzo hubo una ligera recuperación con un crecimiento del 0.22%, no fue suficiente para evitar la caída económica durante el verano de 2023. El sector más afectado fue la construcción, con una caída acumulada del 11.48%, debido a la paralización de obras privadas y menos autoconstrucción. A pesar del crecimiento de la inversión pública, la construcción total no logró estar en positivo.
Otro sector clave que influyó en este resultado fue la industria, medida por la manufactura no primaria, que tuvo una caída del 6.45% durante el verano. Este sector está vinculado directamente a la demanda, y el resultado negativo coincide con la desaceleración del gasto de las familias en el primer trimestre.
En marzo, el sector de minería e hidrocarburos contribuyó al crecimiento económico con un avance del 9.28%. La minería metálica tuvo un aumento del 8.70% debido a una mayor producción de cobre, molibdeno, hierro, oro y plomo. Por su parte, la producción de hidrocarburos creció un 12.66%.
En contraste, el sector de la construcción nuevamente restó crecimiento a la economía, registrando una caída del 12.42%. Factores climatológicos adversos, como el ciclón Yaku, y las protestas sociales en algunas regiones del país, fueron los principales causantes de este descenso en la actividad constructora, dañando hogares, empresas e interrumpiendo vías y carreteras.