Según cálculos del IPE, con el 25% de los recursos solicitados por Petroperú al Estado, Piura podría cerrar la brecha pendiente de acceso a agua y saneamiento, atendiendo a más de un millón de habitantes.
La región Piura ha sido testigo de una notable inversión pública en los últimos años, destacándose el ambicioso proyecto de la nueva refinería de Talara (NRT), uno de los mayores emprendimientos estatales de la última década. A pesar de este importante desembolso, los avances económicos y sociales en la región han sido decepcionantes.
Según datos del INEI, los ingresos per cápita en la región han disminuido desde 2014, con una caída promedio anual del 0.4% hasta 2022. Este retroceso contrasta con el crecimiento sostenido de Piura entre 2007 y 2013, cuando el PBI per cápita aumentó en promedio un 4.9% anual. Además, la pobreza en Piura se ha mantenido en torno al 30% durante los últimos nueve años, con un acceso limitado a servicios básicos para los hogares.
“En Piura, por ejemplo, las siete municipalidades con mayores recursos por el canon petrolero en el 2022, con presupuestos anuales que van desde US$18 millones hasta US$92 millones, solo ejecutaron el 55% de lo asignado. Además, es la segunda región con mayor monto de obras públicas paralizadas a agosto del 2023”, indica el Instituto Peruano de Economía (IPE).
A pesar de su alta inversión, la NRT ha sufrido graves fallos en su evaluación económica. Su capacidad de procesamiento duplica la producción nacional de petróleo, y su análisis financiero subestimó los costos, inflando artificialmente su rentabilidad. En ese sentido, resulta contraproducente que el mismo Estado, que no logra proveer servicios básicos de calidad, haya solicitado a través de Petroperú alrededor de US$ 3,200 millones para cubrir su ineficiencia operativa
“Con el 25% de estos recursos solicitados Piura podría cerrar la brecha pendiente de acceso a agua y saneamiento, atendiendo a más de un millón de habitantes (50% de la población) en las zonas urbanas y rurales que todavía carecen de estos servicios, o financiar tres hospitales de alta complejidad (inexistente en la región), como el que recientemente fue declarado de interés”, señala el IPE.