Desde que hace 15 años Toyota introdujera en el Perú el primer vehículo híbrido eléctrico, el modelo Prius, los avances tecnológicos no han dejado de producirse. La introducción de vehículos electrificados ha desencadenado una ola de innovación que continúa transformando la industria.
En la continua evolución de la movilidad hacia un enfoque más sostenible, es más frecuente escuchar términos como «Mild Hybrid» y «Full Hybrid». Estos sistemas, a menudo confundidos, representan en realidad dos enfoques distintos hacia la eficiencia energética y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Qué es un Mild Hybrid?
Conocido como «sistema híbrido suave», el Mild Hybrid combina un motor de combustión interno con un pequeño sistema eléctrico en general de 48V. Este sistema eléctrico proporciona asistencia al motor de combustión, especialmente en situaciones de menor eficiencia como las aceleraciones. Sin embargo, a diferencia del Full Hybrid, el Mild Hybrid no puede propulsar el vehículo en modo 100% eléctrico. En general la reducción de emisiones está alrededor del 10%.
¿Y el Full Hybrid?
El Full Hybrid, tecnología pionera de Toyota, incorpora un motor de combustión interna y uno o más motores eléctricos. Su característica distintiva radica en la capacidad de funcionar únicamente con el motor eléctrico en ciertos momentos, reduciendo el consumo de combustible y emitiendo cero emisiones en estos periodos. Con lo que puede reducir las emisiones hasta un 40%. Además, su sistema de regeneración de energía permite recuperar energía cinética durante la conducción, mejorando aún más su eficiencia y generando mayor autonomía.
“Una de las diferencias más significativas entre ambos sistemas es la potencia que proporciona el motor eléctrico. Mientras que el Mild Hybrid asiste al motor de combustión, el Full Hybrid tiene la capacidad de propulsar el vehículo por sí solo en determinadas situaciones”, explica Joel Castillo, Sub Gerente de Planeamiento y Producto de Toyota del Perú.
Además, los Full Hybrids cuentan con sistemas de baterías más grandes, lo que les permite almacenar más energía y recuperarla de manera más eficiente durante la conducción. Esto contrasta con los sistemas más pequeños utilizados en los Mild Hybrids, que no ofrecen la misma eficiencia en términos de consumo de combustible.
Ambos sistemas, cada uno con sus particularidades, ofrecen ventajas en cuanto a consumo y emisiones en comparación con los vehículos tradicionales. Los Mild Hybrids, más ligeros y económicos, representan una opción accesible, mientras que los Full Hybrids, con su tecnología más avanzada, proporcionan una mayor eficiencia energética y sostenibilidad.
La comprensión de estas diferencias esenciales se convierte en un factor clave para los consumidores al elegir un vehículo que se alinee con sus necesidades de eficiencia y sostenibilidad en la movilidad