Las exportaciones totales agrícolas del Perú sumaron más de 10 millones de dólares en el 2023, es decir un incremento del 3.9% respecto al 2022, según datos de la Sunat. Sin embargo, de acuerdo a la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), esta tasa representó una desaceleración frente al año previo, cuando las agroexportaciones avanzaron un 11.7% respecto al 2021.
De acuerdo con los datos de la Sunat, entre los departamentos que contribuyeron al dinamismo de las agroexportaciones en 2023 destaca Ica, que concentró el 20.1% de los envíos. Le siguen La Libertad, Lima, Piura y Lambayeque.
Sin embargo, el efecto del fenómeno de El Niño impactó los envíos del norte del país. Así, las agroexportaciones provenientes de Piura se contrajeron en 4.7% con respecto al 2022. Esto se debió a menores envíos de uvas frescas (-4.4%), mangos (-16.3%) y bananos (-13.6%), los cuales son los principales productos de su canasta.
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En lo que respecta a los principales productos exportados, las frutas como las uvas, arándanos y paltas lideraron el ranking en 2023, y en conjunto sumaron el 43.1% de las agroexportaciones a nivel nacional.
En contraste con estos resultados, hubo productos que evidenciaron caídas al cierre de 2023, entre ellos el café en grano verde, los mangos y las mandarinas. En el caso de las exportaciones de café en grano verde, tuvieron una caída del 32.9%. Por su parte, los envíos de mangos frescos cayeron un 14% en el valor exportado, mientras que el volumen disminuyó un 21.3%.
“Los bajos niveles de volumen exportado también afectaron el empleo formal del sector agrícola. De acuerdo con el último reporte de inflación del BCR, a octubre del año pasado, el empleo formal agrícola disminuyó un 19.3%, lo que significó que se dejó de contratar a 121,000 personas en ese periodo”, remarcó ComexPerú.
No cabe duda que el 2023 fue un año atípico para el sector agroexportador, pues los fenómenos climáticos alteraron el ciclo de vida regular de las plantas.
Por ello, según ComexPerú, a partir de lo anterior, urge tomar conciencia de lo mal que le hace al sector la inestabilidad jurídica y política. “Se ha perdido mucho con la derogación de la Ley de Promoción Agraria y cada día que pasa se pierde más al no levantar las barreras que impiden la ejecución de grandes proyectos de irrigación, que datan de muchos años atrás y que ampliarían nuestra frontera de productos para exportación”, expresó.
