Un cambio de Constitución a través de una Asamblea Constituyente golpea el estado de derecho

El abogado constitucionalista, Carlos Hakasson Nieto, advierte sobre las graves consecuencias que podría acarrear una Asamblea Constituyente en una democracia frágil.
Ante la posibilidad del cambio de Constitución mediante una Asamblea Constituyente, como lo han venido mencionando muchos candidatos presidenciales en los últimos comicios electorales e, incluso, la anterior gestión del expresidente Pedro Castillo, surge la pregunta si el cambio de constitución es favorable o no para los peruanos.
Al respecto, el abogado constitucionalista y docente de la Udep, Carlos Hakansson Nieto, detalló que el presidente carece de competencias para convocar una Asamblea Constituyente, así como para declarar en emergencia cualquier función del Estado, incluyendo el Poder Judicial y el Ministerio Público. Estas afirmaciones resaltan la importancia de respetar el marco constitucional establecido en la Carta del 93.
Según el experto, las competencias del presidente están claramente definidas en la Constitución, y cualquier acción que busque ir más allá de estas competencias sería considerada como un acto arbitrario. “La decisión de un presidente de convocar una asamblea constituyente, es una acción arbitraria ejercida fuera del marco constitucional”.
En este sentido, la convocatoria de una Asamblea Constituyente o un referéndum para una nueva asamblea constituyente estaría fuera del marco constitucional y violaría los principios democráticos fundamentales. “Las cláusulas de perpetuidad presentes en la Ley Fundamental Bonn, que jugó un papel crucial en la Alemania de posguerra, también se aplican en el contexto actual, donde la Constitución es suprema sobre cualquier ejercicio de poder arbitrario. Por lo tanto, cualquier intento del presidente de convocar una Asamblea Constituyente sin el respaldo constitucional correspondiente sería considerado como una violación a la Constitución y resultaría en la pérdida de legitimidad”, destacó.