Si bien es un buen paso, quedan pendientes aspectos de la reforma que no se han abordado, y otros que requerirán ser revisados con una mayor discusión técnica.
El pasado 6 de junio, el Pleno del Congreso ratificó, en segunda votación, la reforma del sistema de pensiones, con lo cual esta autógrafa fue enviada al Gobierno a fin de que la observe o promulgue. Así, durante los últimos años, se ha venido discutiendo la importancia de la reforma previsional en el Perú. De acuerdo con el Instituto Peruano de Economía (IPE), “lamentablemente, la falta de decisión y acción han configurado un escenario propicio para medidas populistas que han perjudicado el sistema. En este contexto, la aprobación de este proyecto de ley permitirá avanzar hacia un sistema más sostenible, inclusivo y que brinde mayor bienestar a los afiliados. Sin embargo, quedan pendientes aspectos de la reforma que no se han abordado, y otros que requerirán ser revisados con una mayor discusión técnica”.
En ese sentido, el IPE explicó que entre los principales cambios positivos de esta reforma destaca que, por primera vez, todos los afiliados tendrán una pensión mínima asegurada en la vejez, siempre que acrediten un nivel de aporte mínimo. Esta pensión será cubierta con fondos del Estado, por lo cual es importante que el monto establecido para la pensión mínima no comprometa la sostenibilidad de las cuentas fiscales.
Sin embargo, una vez aprobada la reforma, algunos puntos requerirán posteriormente una mayor discusión técnica, que permita asegurar que su implementación impacte positivamente sobre el bienestar de los afiliados. “El Ejecutivo y el Congreso tienen la enorme oportunidad de liderar los consensos necesarios para aprobar e implementar esta reforma, la primera de esta dimensión en un sistema que cumple 30 años”, puntualiza el IPE.