Piura: ¿Cómo impacta la crisis hídrica?

La crisis hídrica que se vive en la región Piura afecta uno de sus sectores más importantes, como es el agro. De acuerdo a la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) actualmente, uno de cada cuatro piuranos depende de la agricultura como fuente de ingresos. De hecho, en épocas de campaña de cosecha, esta actividad puede generar más de 280 mil puestos de trabajo directos e indirectos. En Piura, en los siete primeros meses del año, se vienen produciendo más de 376 mil toneladas (t) de arroz (3° a nivel nacional) y 47 mil t de mango, siendo la mayor productora de este cultivo en el país.

Entre junio y agosto, se sembraron 8,224 hectáreas (ha) de arroz en Piura, con el valle San Lorenzo concentrando la mayor parte con 2,979 ha. Sin embargo, la limitada distribución hídrica pone en riesgo la aparición de granos vanos, es decir, semillas que no llegan a desarrollarse y a producir alimento.

De acuerdo a los especialistas de REDES, el monitoreo de las estaciones de arroz en Piura ha mostrado que, en octubre, solo una de las cinco estaciones permanece activa. Esto pone de manifiesto el creciente riesgo agroclimático para los cultivos y una menor intención de siembra en comparación con el 2023. Cabe destacar que el arroz requiere más de 1,000 litros de agua para producir tan solo un kilogramo, lo que resalta la importancia hídrica en la producción.

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Por otro lado, la campaña actual de mango abarca un total de 29,362 ha, requiriendo aproximadamente unos 20 litros semanales de agua por planta. No obstante, por el momento, la producción de este fruto no enfrenta riesgos inmediatos, ya que se decidió adelantar el periodo de cosecha. Sin embargo, la falta de lluvia y el silencio hídrico para la actividad agrícola, iniciado a finales de octubre, aumentan la probabilidad de pérdidas en los próximos meses, lo que puede provocar una menor oferta de mango en el mercado interno.

“Llama la atención que no se hayan tomado medidas para prevenir esta catástrofe, considerando que es una crisis recurrente en la región y que el 2024 ha sido extraordinariamente seco. La inversión privada puede ser un actor clave para desarrollar infraestructura adecuada que asegure el suministro de agua. Se debería, por ejemplo, construir un canal de trasvase para desviar agua de fuentes cercanas, modernizar la Planta de Tratamiento de Curumuy para mejorar su capacidad y calidad, y actualizar las líneas de distribución para detectar fugas y optimizar el suministro”, señaló afirmó Germán Vega, economista de REDES.

Según el Senamhi, se pronostican precipitaciones bajas en la costa norte para el resto de 2024, desde La Libertad hasta Piura. Además, se espera que el riesgo agroclimático en Tumbes y Piura oscile entre medio y alto en los dos próximos meses, afectando principalmente a los cultivos de arroz. Se prevé que, desde enero, la precipitación retorne a su intensidad regular.

Debido a la falta de lluvias y al desabastecimiento de los reservorios del departamento, los piuranos enfrentarán dificultades para acceder al recurso hídrico en los próximos dos meses, a partir de las bajas precipitaciones pronosticadas por el Senamhi. A la fecha, ya se han registrado hogares sin agua y la distribución solo se da a través de camiones cisternas.

«Recordemos que la disponibilidad del agua es fundamental para la elaboración de alimentos, garantizando la oferta y calidad de los productos agrícolas, especialmente en Piura, donde se cultiva arroz, mango y limón», afirmó Germán Vega, economista de REDES.

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