El presidente del Consejo Privado de Competitividad, David Tuesta señala que para enfrentar esta crisis de seguridad, se necesita un liderazgo decidido que asuma el compromiso de enfrentar el problema con un plan integral.
David Tuesta, presidente del Consejo Privado de Competitividad, describe la situación de inseguridad como una «escalada de crimen» que ha alcanzado niveles sin precedentes en el Perú, con vecindarios dominados por bandas y mafias y una respuesta estatal que parece insuficiente. En ese sentido, revela cifras impactantes que muestran un incremento del 21% en la tasa de delincuencia entre 2022 y 2024, superando los niveles prepandemia. “El robo a negocios se ha disparado en un 225%, mientras que los casos de secuestro y extorsión han aumentado un 50%”, agrega.
El impacto económico de esta ola de criminalidad es tan severo como el social. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la extorsión y el cobro de cupos representan un costo del 2.8% del PIB nacional, equivalente a unos 30 mil millones de soles al año. “Esta carga no solo recae en los empresarios y comerciantes, sino que también frena el crecimiento económico y ahuyenta la inversión”, advierte.
En ese sentido, Tuesta hizo un llamado a mejorar la efectividad de los recursos asignados a la seguridad pública. “El problema no radica solo en el dinero, sino en la efectividad y distribución de estos recursos”, destacó. Finalmente, sostiene que combatir la inseguridad requiere un liderazgo decidido y un plan integral que incluya la coordinación de fuerzas policiales, jueces y fiscales para asegurar un uso eficiente de los recursos y reducir la violencia en el país.