La sequía sigue golpeando a los pequeños ganaderos del distrito de La Matanza, de la provincia de Morropón, quienes temen revivir las pérdidas catastróficas de hace dos años. César Cisneros Reyes, presidente de la Asociación de Pequeños Ganaderos, alertó sobre la grave situación que atraviesa el sector debido a la falta de lluvias y pasturas, lo que ya está afectando la salud y supervivencia del ganado.
En ese sentido, indicó que el ganado mayor, como le dicen en el campo, ya comenzó a caer. Hace dos años se perdió el 70 % de su ganadería y ahora podría pasar lo mismo. Los cabritos y terneros tienden a morir por falta de leche y pasturas.
“Nosotros sí tenemos 8 mil cabezas de ganado vacuno se podrían perder entre 5,000 y 7,000, lo que representa un impacto económico de aproximadamente 1 millón 200 mil soles. En cuanto al ganado menor, como caprinos y ovinos, la mortalidad podría alcanzar el 40 %, significando una pérdida de 8,000 cabezas y un valor cercano al millón de soles”, explicó.
El dirigente lamentó la falta de apoyo del Estado frente a esta crisis. “Hasta ahora no hay un sol para los ganaderos. Nos vemos obligados a comprar pastizales porque no hay agua para sembrar pasto. Las parcelas que funcionaron el año pasado no se sembraron esta vez por la falta de crédito y agua”, señaló.
Ante esta situación, los ganaderos han recurrido a Lambayeque, donde se produce alimento concentrado a base de abrojo de maíz y melaza. Sin embargo, los costos se han disparado. “Hace dos años comprábamos la tonelada a 800 soles, ahora supera los 1000 soles. Esto es insostenible para los pequeños ganaderos”, advirtió Cisneros.
