Las nuevas proyecciones de expansión del PBI para 2025 han pasado de 3.1% a 4%. En esa línea, la economista Mónica Muñoz-Nájar destaca que el reto del MEF será traducir estas expectativas en acciones concretas para garantizar estabilidad y confianza.
El Perú proyecta un mayor crecimiento económico para el 2025, con una estimación revisada al alza de 3.1% a 4%. Este panorama, de concretarse, traería consigo mayor empleo, productividad y mejores salarios. Sin embargo, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) debe asegurarse de implementar medidas eficaces para incentivar la inversión privada, eliminar trabas burocráticas y fortalecer la confianza empresarial en un contexto preelectoral. “Si se pudiera cumplir esa proyección, sería positivo para la economía”, señaló Mónica Muñoz-Nájar, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
Uno de los pilares para sostener este crecimiento es el impulso a proyectos mineros e infraestructura mediante Asociaciones Público-Privadas (APP), un mecanismo que permitiría movilizar inversiones por más de 4,500 millones de dólares. A esto se suma la implementación de un shock desregulatorio para reducir la burocracia y acelerar permisos, facilitando así la ejecución de grandes proyectos. No obstante, Muñoz-Nájar advierte que la incertidumbre electoral podría frenar el entusiasmo de los inversionistas.
Otro desafío clave es la inseguridad ciudadana y la minería ilegal, factores que impactan en las decisiones de inversión. “Cuando se prepara la inversión, se tiene que agregar el costo de la inseguridad, ya sea para extorsiones o para contratar seguridad adicional. Todo eso genera un límite a cuánto puede crecer la economía”, explicó la economista.