Más de veinte años después del inicio de la descentralización, los gobiernos subnacionales aún enfrentan problemas de ejecución y autonomía. Expertos sugieren profesionalización y mejor coordinación para optimizar su gestión.
A más de dos décadas del proceso de descentralización en el Perú, los gobiernos regionales y las municipalidades locales aún enfrentan serias dificultades para cumplir su rol. Estas entidades son responsables de administrar los asuntos públicos en sus respectivas jurisdicciones, garantizando la provisión de servicios y el desarrollo territorial. Sin embargo, la baja ejecución presupuestal, la falta de capacidades técnicas y la corrupción siguen limitando su impacto.
«Es urgente fortalecer la capacidad de gestión de los gobiernos subnacionales. No solo se trata de descentralizar recursos, sino también de garantizar que haya cuadros técnicos preparados para utilizarlos de manera eficiente», señala Carlos Paredes, exministro de Transportes y Comunicaciones y analista de políticas públicas. A estos desafíos se suman problemas estructurales dentro del sistema de descentralización, como el traslape de funciones entre los tres niveles de gobierno, la falta de claridad en la delimitación de sus responsabilidades y la baja autonomía en la toma de decisiones.
Según IPAE Acción Empresarial, «en el Perú se ha descentralizado principalmente la ejecución del gasto y la contratación de personal, pero todavía hay mucho espacio por mejorar en lo que compete a ingresos, planificación y unidades ejecutivas en el territorio». Pese a estos retos, existen oportunidades para fortalecer la gestión subnacional. Diversos especialistas coinciden en que la profesionalización de la administración pública, la digitalización de procesos y una mayor articulación entre los distintos niveles de gobierno son estrategias clave para mejorar el desempeño de las regiones y municipios.
