Con más de 4,000 variedades registradas, el Perú es reconocido mundialmente como centro de origen de la papa. Este cultivo se desarrolla principalmente en Puno, Huánuco, Cusco, Cajamarca, Ayacucho, Huancavelica y Junín, así como en algunas zonas de la costa como Ica, Cañete y Huaral, señaló Cultivida.
El director ejecutivo de Cultivida, Rubén Carrasco, indicó que actualmente, unas 711,313 familias dependen directamente de la producción de papa, que se siembra en más de 350,000 hectáreas. Su impacto no solo es económico, también es clave para la seguridad alimentaria del país.
Entre las variedades nativas más reconocidas están la Peruanita, Huayro, Cacho de Buey, Huagallina y Amarilla Tumbay, valoradas por sus cualidades organolépticas. Las variedades mejoradas como Yungay, Perricholi, Única y Canchán dominan el mercado por su adaptabilidad y rendimiento, anotó.

Día Internacional
Cada 30 de mayo, el Perú celebra el Día Internacional de la Papa, en reconocimiento a su valor cultural, alimentario y económico.
Esta fecha cobra aún más relevancia frente al desafío de mantener una producción sostenible y resiliente ante el cambio climático y las amenazas fitosanitarias.
En ese sentido, Carrasco manifestó que el Manejo Integrado de Plagas (MIP) no solo mejora la rentabilidad y salud de los cultivos, también protege la biodiversidad y garantiza el alimento en la mesa de los peruanos.

Las plagas y enfermedades continúan representando una amenaza creciente para la producción de papa en el Perú, uno de los cultivos más importantes tanto por su valor nutricional como por su peso económico en las regiones altoandinas.
“El MIP es un manejo holístico que comprende control biológico y prácticas agrícolas que permiten reducir o mitigar las poblaciones de plagas, respetando el medio ambiente y considerando a los enemigos naturales”, señaló Rubén Carrasco.