El Día del Padre es un momento en el que muchas personas se enfrentan a la misma disyuntiva sobre qué regalar un año más. Según la Cámara de Comercio de Lima (CCL), para el presente año 2025, se espera que las ventas del retail aumenten en 5%, respecto al año anterior.
Sin embargo, el gremio apunta a que la categoría “experiencias” es la más destacada del año por su aumento de interés, como restaurantes, actividades al aire libre y viajes cortos.
La búsqueda de momentos de calidad, especialmente entre generaciones más jóvenes, y en segmentos medios-altos, está reconfigurando las campañas estacionales.

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“Esta transformación responde a un consumidor que ya no quiere acumular, sino conectar. Regalar una experiencia es, en realidad, regalar una historia. A partir de ello, nacen diferentes plataformas que brindan este tipo de servicios como un día de aventura con deportes extremos, una tarde relajante con masajes y spa o una noche artística”, explica Daniel Varela Llanos, docente de la carrera de Administración y Marketing de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
A través del marketing emocional y la economía de la experiencia, se consolida una nueva forma de celebrar: más personalizada, emocional y duradera. Por ello, si este Día del Padre se prefiere una experiencia sobre un regalo, Varela brinda tips para escoger la mejor opción:
1. Conocer el perfil del padre antes de elegir la experiencia: no todos los padres buscan lo mismo. Los más jóvenes tienden a preferir conciertos, gastronomía y actividades al aire libre; los de mediana edad optan por cenas, viajes familiares o espacios de relax; mientras que los mayores valoran momentos sencillos en familia. Elegir según sus intereses asegura que la experiencia tenga verdadero impacto emocional.
2. Pensar en lo emocional antes que en el precio: una experiencia no tiene que ser costosa para ser significativa. Una buena comida o parrillada hecha en casa, una visita cultural guiada o una tarde en la naturaleza pueden generar recuerdos más valiosos que un objeto costoso. El impacto está en lo compartido, no en el gasto.
3. Co-crear la experiencia con él: invitar al padre a personalizar parte del regalo —como dar pistas sobre el destino, gustos para el menú o la actividad— fortalece el vínculo y asegura satisfacción. Esta participación convierte al regalo en una experiencia compartida desde el inicio, lo que incrementa su valor emocional.
4. Usar las redes sociales como fuente de inspiración y validación: plataformas como Instagram o TikTok permiten descubrir experiencias creativas, personalizables y ajustadas a distintos presupuestos. Además, las recomendaciones y testimonios compartidos generan confianza y ayudan a validar opciones reales que ya fueron disfrutadas por otros.
5. Apostar por experiencias en alianza o paquete: elegir actividades que integren servicios de distintos negocios, como transporte, gastronomía o fotografía, permite ofrecer una propuesta más completa y atractiva. Contratar experiencias “en paquete” facilitan que esta sea de mayor valor percibido sin necesidad de elevar considerablemente el presupuesto.
“Estamos viviendo una transformación profunda en el consumo: hoy, las marcas que logran emocionar son las que perduran. En fechas como el Día del Padre, una experiencia bien diseñada puede convertirse en un recuerdo imborrable, y eso es mucho más poderoso que cualquier envoltorio”, concluye Varela.