El frito piurano: 150 años de sabor, historia y orgullo regional

En el marco de las celebraciones por el Día del Frito Piurano, el Instituto Ceturgh Perú realizó una destacada participación en una expo degustación gastronómica, reafirmando su compromiso con la preservación y difusión del patrimonio culinario de la región. Esta actividad tuvo como propósito rendir homenaje a uno de los platos más emblemáticos de la cocina norteña, cuya historia y sabor representan un símbolo de identidad para generaciones de piuranos.

El frito piurano, con más de 150 años de historia, nació como un desayuno sustancioso destinado a los trabajadores del campo durante las faenas de cosecha. Su preparación tradicional reúne ingredientes locales como cerdo guisado, camote, plátano maduro, arroz con achiote y tamal de maíz, logrando una armonía entre textura, color y sazón que trasciende lo culinario para convertirse en una expresión cultural viva.

Durante la actividad, el chef e instructor Pedro Salinas explicó que el secreto del buen frito reside en la elección y preparación del cerdo. “Es fundamental usar carne con huesito y grasa para que no quede seca. El achiote le da ese color y sabor inconfundibles al arroz y al guiso”, señaló. Asimismo, destacó la riqueza de las variantes regionales del plato, como las de Catacaos, donde al tamal se le incorpora pepián, aportando una textura y sabor únicos.

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Por su parte, la Dra. Katty Vegas Serrano, directora del Instituto Ceturgh Perú, sostuvo que esta celebración no solo enaltece la gastronomía local, sino que también conecta con las raíces campesinas de la región. “Este plato nació como una respuesta al esfuerzo de nuestros agricultores, que desde la madrugada salían a sembrar o cosechar. El frito era su alimento de sustento y hoy se ha convertido en una tradición dominical que une a las familias”, afirmó.

Vegas Serrano destacó, además, que el Instituto promueve en sus estudiantes el conocimiento integral de los platos típicos: no solo su técnica, sino su historia y valor cultural. “Nuestros alumnos visitan picanterías tradicionales, investigan y aprenden de los portadores de saberes. Ese vínculo directo con las raíces fortalece nuestra identidad culinaria y garantiza la preservación de nuestras costumbres”, puntualizó.

La expo degustación fue también una oportunidad para el público de conocer la historia detrás de cada ingrediente y de degustar una preparación auténtica elaborada por jóvenes talentos formados en las aulas de Ceturgh. “Un piurano que despierta un domingo busca un buen frito”, resume el chef Salinas. Una frase que hoy cobra aún más sentido gracias a iniciativas como esta, que mantienen viva la tradición con orgullo, sabor y conocimiento.

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