Investigación en Piura revela cómo el urbanismo inclusivo puede mejorar la seguridad ciudadana

La inseguridad urbana es una de las principales preocupaciones en el país. Según cifras recientes, el 90 % de la población urbana manifiesta sentirse insegura en su entorno cotidiano. Frente a este panorama, la arquitecta Fiorella Carrillo presentó la “Guía de análisis de seguridad ciudadana en espacios públicos desde el enfoque del urbanismo inclusivo”, una investigación que busca evaluar cómo el diseño de la ciudad influye en la percepción y experiencia de seguridad de los ciudadanos.

La exposición se realizó en el marco de la conferencia “Seguridad ciudadana en espacios públicos”, organizada por el Colegio de Arquitectos del Perú – Regional Piura (CAP Piura) como parte de su programa de actividades profesionales.

El evento se llevó a cabo en el local institucional del CAP Piura, y congregó a profesionales, autoridades y representantes de instituciones interesadas en abordar la problemática de la inseguridad desde un enfoque urbano y multidisciplinario.

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La investigación parte de un contexto marcado por el incremento de la delincuencia, las extorsiones y los ciberdelitos entre 2021 y 2024. El estudio advierte que, solo en 2024, el 27,7 % de la población urbana mayor de 15 años fue víctima directa de algún delito.

La guía propone analizar la relación entre espacios públicos inclusivos y seguridad ciudadana mediante una metodología interdisciplinaria que combina urbanismo, sociología urbana y gestión del espacio público. Para ello, se aplicaron encuestas, entrevistas semiestructuradas, caminatas exploratorias y mapeos participativos en la urbanización Santa Ana, en Piura. El objetivo fue identificar los factores urbanos que influyen en la percepción de inseguridad.

“El espacio público inclusivo busca un diseño que vaya más allá de la situación económica, género, etnia, discapacidad, edad, identidad sexual, nacionalidad o religión, donde los ciudadanos puedan participar plenamente en la vida social, cultural, económica y política de la ciudad”, explicó Carrillo durante su ponencia.

El estudio se organizó en tres ejes de acción: infraestructura, ecología y sostenibilidad, y gestión del espacio. Bajo estos enfoques se evaluaron aspectos como la percepción de inseguridad, el control natural de accesos, la vigilancia natural y el sentido de pertenencia en la zona.

Los resultados muestran que de los 325 encuestados, la mayoría expresó un bajo nivel de satisfacción con el espacio público. Las principales quejas estuvieron relacionadas con el mal estado del mobiliario, la deficiente iluminación y la falta de equipamiento urbano.

Asimismo, las caminatas exploratorias evidenciaron una escasa presencia de elementos disuasivos y una limitada oferta de actividades culturales y sociales que promuevan la apropiación del espacio por parte de los vecinos. Entre los problemas más graves se identificaron la falta de iluminación adecuada, la ausencia de mobiliario inclusivo y el deterioro de las áreas verdes, factores que aumentan la percepción de inseguridad.

Ante este panorama, Carrillo planteó varias recomendaciones para recuperar la confianza ciudadana en los espacios públicos. Entre ellas destacan mejorar el alumbrado público, incorporar mobiliario inclusivo como rampas y áreas recreativas accesibles, y promover la gestión articulada entre municipios, ciudadanía y organizaciones locales.

También propuso regular el comercio ambulatorio para reducir focos de inseguridad y dinamizar la economía local, así como implementar mecanismos de participación ciudadana —como talleres vecinales y buzones de sugerencias— que permitan a los vecinos incidir directamente en la planificación de su entorno.

Finalmente, la especialista subrayó que la seguridad ciudadana no depende únicamente de la presencia policial, sino de un trabajo conjunto entre autoridades, instituciones y vecinos. Solo con espacios urbanos accesibles, ordenados y resilientes será posible construir ciudades más seguras e inclusivas.

Por su parte, el decano del CAP Piura, Leopoldo Villacorta Icochea, destacó la importancia de generar estos espacios de reflexión académica y profesional en un momento histórico para la ciudad.

“Desde el Colegio de Arquitectos asumimos el compromiso de promover un urbanismo responsable, participativo y resiliente. Este tipo de investigaciones nos muestran que la seguridad ciudadana se construye también desde el diseño y la planificación de nuestros espacios públicos. De cara a los 500 años de fundación de Piura, estamos convencidos de que la arquitectura y el urbanismo deben contribuir a construir ciudades más seguras, inclusivas y humanas”, afirmó.

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