El académico resaltó que, con un enfoque responsable, la minería formal tiene el potencial de dinamizar la economía regional y generar mejoras sostenibles en la calidad de vida.
El docente universitario Martín Zeta Flores sostuvo que la minería formal puede convertirse en un aliado del desarrollo social y económico en la región Piura, siempre y cuando cumpla con los compromisos ambientales y comunitarios. “La minería formal sí tiene compromisos con la población: construye escuelas, capacita y apoya a los centros de salud. En la informalidad no hay inversión alguna”, afirmó el especialista de la UNP.
Zeta recordó casos en los que la minería ha transformado la vida de las poblaciones, pasando de economías de subsistencia a la creación de pequeñas empresas locales. “Antes la gente llevaba sus acémilas a mano, cargando con su mula. Después, pasa el tiempo y esos mismos que fueron campesinos, ahora cogían con guantes de seguridad la soga, el machete; crearon otra perspectiva, otra visión de lo que significa la seguridad incluso dentro del campo”, comentó.
El profesor añadió que la minería formal, además de generar empleo, puede ser la base para diversificar la producción económica como en zonas como Tambogrande. “Buenaventura, por ejemplo, plantea llevar agua a sectores que nunca han tenido acceso. Con canales de irrigación se podría dar continuidad agrícola y mejorar la vida de miles de familias”, precisó.
Minería formal como motor de desarrollo social en Piura

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