Las recientes protestas y bloqueos en el acceso a Machu Picchu han desatado una grave crisis económica. Fernando Santoyo, presidente de la Cámara de Comercio del Cusco, advierte que la economía regional podría decrecer más de un 5.7% en 2025, mientras que el sector privado exige medidas urgentes al Gobierno.
Los conflictos sociales en Machu Picchu provocaron un impacto económico en la región de Cusco. Fernando Santoyo, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo del Cusco, dio a conocer el efecto de las paralizaciones: «Solo los 5 días aproximados que hemos tenido los bloqueos en Machu Picchu, tuvimos una pérdida de 5 millones de soles que no han entrado a la economía de Machu Picchu y si esto lo llevamos a toda la operación turística son más de 25 millones de soles que ha dejado de percibir el sector turismo a nivel nacional».
El problema, sin embargo, se ha extendido más allá de los días de conflicto. La percepción de inestabilidad ya ha provocado un 15 % de cancelaciones de reservas hasta fin de año.

Santoyo es claro al respecto: «estamos hablando de casi 75 millones de soles que no van a entrar a la economía nacional porque justamente estamos dando una pésima imagen y más aún estamos haciendo que el turismo se vuelva poco previsible».
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Anuncian una recesión y peligran puestos de trabajo
Durante la conferencia de prensa organizada por los gremios, se dio a conocer que la continua crisis podría resultar en la pérdida de 500,000 turistas para 2026, lo que representaría una merma de casi $ 300 millones para la economía del país. Este escenario pone en riesgo la recuperación de los 33,000 empleos del sector turístico cusqueño que aún no se han reactivado desde la pandemia.
Consultado por RPP sobre una posible recesión, Santoyo afirmó: «En la economía regional hoy en día, probablemente el año 2025 va a mostrar un decrecimiento de la economía, una recesión de un poco más del 5.7 %». Explicó que a los problemas existentes en hidrocarburos y minería «también el turismo se va a sumar justamente por todos estos problemas sociopolíticos».
Las propuestas para solucionar el conflicto
Para los gremios empresariales, la raíz del problema es una «atomización de competencias» y la falta de una gestión integral por parte del Estado. Consideran que el turismo, que representa hasta el 40 % del turismo receptivo nacional y más del 20 % del PBI de Cusco, no puede seguir siendo rehén de conflictos locales.
Frente a esta situación, la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (COMEX Perú) y la Cámara de Comercio del Cusco han presentado un pliego de soluciones.
Jaime Dupuy, director ejecutivo de COMEX Perú, resumió las tres propuestas principales: «Básicamente, son tres grandes propuestas. Hay un primer tema de seguridad que es importantísimo. No es posible que un grupo de personas pongan piedras y bloqueen vías. Eso es delito flagrante que debe ser perseguido firmemente por el Estado. Segundo, hay que crear una agencia centralizada autónoma que justamente gestione Machu Picchu; y tercero, categorizarlo como activo crítico nacional».
Estas iniciativas, que buscan blindar a Machu Picchu de la inestabilidad, ya han sido llevadas al ámbito legislativo. Según Dupuy, «ya hay proyectos de ley presentados en el Congreso, justamente para categorizarlo como activo crítico nacional y para declarar esta central autónoma».