IMARPE advierte que la cercanía del recurso a Paita y Chimbote genera una falsa sensación de abundancia que podría distorsionar la gestión pesquera.
La pesquería de pota atraviesa un escenario atípico en el 2025 debido a la alta variabilidad del mar peruano, que ha empujado al recurso hacia zonas cercanas a la costa. Este fenómeno transmite la impresión de una abundancia que, según los especialistas, no refleja la realidad del ecosistema.
Edward Barriga, gerente científico del Instituto del Mar del Perú (IMARPE), explicó que “este año tenemos aguas oceánicas y de mezcla muy cerca de la costa, lo que ha replegado el recurso frente a Paita y, en menor medida, frente a Chimbote”. Esta situación, señaló, ya fue verificada en la reciente “Operación Calamar Gigante”.

El experto advirtió que la concentración espacial del recurso puede inducir a un esfuerzo pesquero desproporcionado en áreas reducidas, elevando el riesgo de sobreexplotación. “Se genera una falsa percepción de abundancia en un solo punto, y eso puede distorsionar la pesquería”, sostuvo.
Para IMARPE, las medidas de manejo deberán contemplar no solo la dinámica biológica del recurso, sino también la sostenibilidad económica de la actividad. “El sistema pesquero, más allá de ser extractivo, es también un sistema económico; nuestros hermanos pescadores tienen que obtener un beneficio justo”, subrayó Barriga.