Perú concentra casi la mitad del oro ilegal de Sudamérica, advierte el IPE

Aunque la minería ilegal suele asociarse con actividades locales de subsistencia, nuevos datos muestran que se trata de un negocio transnacional que mueve miles de millones de dólares y que ubica al Perú en el centro de esta red criminal.
El Instituto Peruano de Economía (IPE) alertó que el país explica alrededor del 44% del oro ilegal que sale de Sudamérica, posicionándose como el principal punto de origen del metal ilícito en la región. Víctor Fuentes, gerente de Políticas Públicas del IPE, sostuvo que esto demuestra que el problema dejó de ser marginal y hoy forma parte de una economía criminal global. “El Perú no es un caso marginal ni un problema local, es uno de los centros globales de oro ilegal”, señaló.
El especialista explicó que la expansión de la actividad ilícita ha sido posible debido a vacíos en la trazabilidad del mineral, lo que permite que grandes volúmenes se incorporen sin control a los canales formales de comercio. Además, destacó que esta industria compite directamente con operaciones legales, tanto en territorios como en mano de obra y logística, generando impactos productivos y ambientales profundos.
Fuentes también advirtió que la minería ilegal ha crecido a la par del incremento del precio internacional del oro y del surgimiento de miles de empresas comercializadoras y exportadoras que operan sin los debidos estándares de supervisión. Según dijo, “el crecimiento explosivo está en los eslabones donde se compra, donde se concentra, donde se procesa y se exporta el oro”.
El análisis del IPE muestra que la ilegalidad no solo se concentra en Madre de Dios, sino que se ha extendido por la costa, sierra y selva. Sin una estrategia integral y sin mejoras en la fiscalización e inteligencia financiera, el valor de las exportaciones ilegales podría igualar o superar a las legales. “Estamos hablando de un flujo comercial internacional de miles de millones de dólares y no de una actividad de subsistencia aislada”, enfatizó.