Pese a una reciente reducción de la pobreza, la región sigue expuesta a riesgos sociales por la persistencia de fallas estructurales en empleo, productividad y educación, advierte el organismo.
La desigualdad continúa siendo uno de los principales desafíos de América Latina y el Caribe y sigue agravando la crisis social de la región, advirtió la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Según su último informe, el 10 % más rico gana más de 20 veces lo que recibe el 10 % más pobre, una brecha que trasciende lo económico. “Erosiona la cohesión social y la estabilidad de los pactos sociales”, alertó el organismo, al señalar que esta desigualdad alimenta la desconfianza en las instituciones y reduce el respaldo ciudadano a las políticas públicas.
Si bien en 2024 se registró una disminución de la pobreza monetaria y multidimensional, la CEPAL advirtió que este avance es insuficiente frente a los problemas estructurales que persisten. El informe identifica como principales factores de la desigualdad el bajo crecimiento económico, la escasa productividad y la elevada informalidad laboral. El caso peruano refleja con claridad estas brechas. Más del 70 % de los trabajadores se desempeña en la informalidad, mientras que los salarios representan apenas el 30 % de la riqueza que se genera cada año. Para el economista César Puntriano, el Perú es “uno de los países más informales y de menor productividad de América Latina”, una situación que limita tanto el crecimiento económico como la posibilidad de implementar reformas laborales que ya avanzan en otros países de la región.
A ello se suma la debilidad del sistema educativo, que no garantiza igualdad de oportunidades ni movilidad social. En ese sentido, la CEPAL advirtió que los resultados de las pruebas PISA muestran que los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) casi triplican el desempeño promedio de América Latina y el Caribe. Esta situación se refleja en los ingresos laborales: en el Perú, el salario promedio alcanza los US$12.5 por hora trabajada, muy por debajo de Panamá (US$45.81) y cercano a Venezuela (US$11.54). Para el organismo, sin cambios estructurales en empleo, educación y productividad, la desigualdad seguirá siendo un freno para el desarrollo social de la región.
Informalidad, bajos salarios y brechas educativas agravan la desigualdad en américa latina, alerta Cepal
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