Especialistas advierten que la obra puede aliviar puntos específicos, pero no ataca la raíz del problema vial y podría incluso empeorar la movilidad en el largo plazo.
La propuesta de construir tres viaductos y bypass en la avenida Javier Prado ha reavivado el debate sobre la movilidad urbana en Lima. La Municipalidad de Lima plantea estas obras como una respuesta a la congestión que afecta a uno de los corredores más críticos de la ciudad, con un presupuesto estimado en más de S/540 millones. Sin embargo, expertos en transporte urbano advierten que los pasos elevados pueden ofrecer alivio solo de corto plazo y generar efectos no deseados más adelante. El ingeniero de tránsito David Fairlie sostiene que estas intervenciones son “soluciones cortoplacistas” porque, una vez que los conductores perciben una vía más fluida, “se genera una demanda inducida que vuelve a saturar el corredor”. Además, el plan actual se basa en volúmenes de tráfico existentes, sin considerar proyecciones a 20 años, lo que, según el especialista, puede subestimar los desafíos futuros.
Más allá de la eficiencia vial, colectivos urbanos y defensores del espacio público han cuestionado el diseño y el impacto de los viaductos. La arquitecta Mariana Alegre señala que estas estructuras “rompen la escala humana”, pues generan ruido, sombras, contaminación y espacios difíciles de cruzar, lo que afecta no solo la circulación de autos sino también la vida cotidiana de peatones y comerciantes. Asimismo, las voces críticas resaltan que un corredor tan importante debería integrarse con proyectos de transporte masivo, como la futura Línea 4 del Metro, en lugar de priorizar infraestructuras que solo benefician al tráfico privado.
En lugar de enfocarse únicamente en obras viales costosas, los urbanistas han planteado alternativas centradas en el transporte público y la gestión del tránsito. El analista Fernando Cáceres apunta que, antes de pensar en viaductos, “se debería modernizar la semaforización y el sistema de transporte público”, lo que permitiría mover más personas en menos tiempo sin incrementar el parque vehicular. Para quienes cuestionan el proyecto, los viaductos pueden terminar siendo una solución momentánea, mientras no se aborden soluciones integrales que reduzcan la dependencia del automóvil privado y fortalezcan un sistema de movilidad sostenible para toda la ciudad.
Viaductos en avenida Javier Prado, en Lima: ¿solución real o parche costoso?
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