Los sectores asociados al turismo, como comercio, transporte y alojamiento y restaurantes, representan alrededor de un quinto del PBI nacional. A pesar de su importancia, el sector aún no se recupera del golpe de la pandemia, y la conflictividad social actual empeora su desempeño. Según el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Luis Fernando Helguero, entre diciembre del 2022 y enero del 2023, el turismo registró pérdidas por S/1 052 millones, siendo la zona sur la más perjudicada.
Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), entre enero y noviembre de 2022, el sur tuvo un movimiento de alrededor de 5 millones de pasajeros aéreos, de los cuales solo 34 mil son de vuelos internacionales. A pesar de la recuperación, el flujo de pasajeros se encuentra aún 21% por debajo de los 6.3 millones registrados en el mismo periodo del 2019. Lo mismo ocurre con los hospedajes, de los 13.3 millones de arribos alcanzados en la zona sur entre enero y octubre del 2019, al 2022 se recuperaron 9.2 millones.
Machu Picchu, el destino turístico más visitado del sur peruano, registró 1 millón de visitantes, medio millón por debajo del número registrado en 2019; mientras que Sacsayhuamán, también en la región Cusco, pasó de recibir 804 mil visitas en 2019 a 1.8 millones en 2022. El caso de Puno es más crítico, pues la Reserva Nacional del Titicaca pasó de recibir 187 mil visitas en 2019 a solo registrar 4 mil en 2022. Otros atractivos turísticos, como el Valle del Colca y el Monasterio de Santa Catalina en Arequipa atraviesan la misma situación.
Cabe señalar que, de los S/215 millones en presupuesto público asignados en 2022 para mejorar la competitividad de los destinos turísticos en la zona sur del país, solo se ejecutaron S/56 millones (26% del monto). En esa línea, el IPE señala que para una recuperación total del sector se requiere por parte del Estado: poner fin a la conflictividad social y aumentar la inversión en atractivos turísticos e infraestructura de transporte.