Según la última encuesta de expectativas macroeconómicas del Banco Central de Reserva (BCR), analistas económicos, empresas financieras y no financieras esperan que el crecimiento del 2023 sea de 2%, 2.2% y 2.6%, respectivamente. Estos niveles se alejan de las previsiones con las que se contaba en diciembre del pasado año, las que, para estos agentes económicos, eran de 2.5% (analistas y sistema financiero) y 2.9% (empresas no financieras).
El exministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla, afirmó que no es usual que las proyecciones de crecimiento del PBI se ajusten tan rápido como ha sucedido este año (en los dos primeros meses), aunque este cambio se justifica por la irrupción de dos eventos concretos: la convulsión social y el escenario de adelanto de elecciones. Refirió que organismos internacionales y el Banco Central suelen hacer ajustes trimestral o semestralmente, aunque no hay un patrón determinado.
Castilla señaló que el mayor pesimismo en las proyecciones reflejan la mayor fuente de riesgo por posible adelanto de elecciones y lo que rodea este proceso. Explicó también que, por el lado externo, donde se prevé un escenario de desaceleración por el ciclo de aumento de tasas de la Fed, aún no hay certeza de que este sea un impulso para la economía peruana, la que, indicó, depende en un 60% de este frente.
“Todos ajustan a la baja, y el factor principal es la incertidumbre sobre la duración de la crisis interna y en particular sobre cuándo serán las siguientes elecciones. Los escenarios son distintos para los agentes si las elecciones son este año, el 2024 o el 2026, y si no se define es peor. Cada año que se tiene elecciones, en un sistema político tan fragmentado o polarizado como el que tenemos, no hay certeza de quién ganará, y eso tiende a paralizar las decisiones de inversión”, apuntó.