La economía peruana tuvo un crecimiento del 2.7% en el 2022, impulsado por los precios favorables de los principales bienes de exportación. Sin embargo, factores internos como la menor inversión privada, debilitación del consumo e inestabilidad política han sido obstáculos importantes para el crecimiento económico. A pesar de ello, las regiones del sur del país experimentaron un crecimiento promedio del 3.8%, liderado por el sector minero e hidrocarburos, que representa cerca del 40% de la producción total de la región, de acuerdo con el análisis del Instituto Peruano de Economía (IPE).
No obstante, las regiones del sur han tenido un desempeño desigual en cuanto a su crecimiento económico. Mientras que Moquegua, Arequipa, Cusco y Puno impulsaron el crecimiento en el sur, Tacna y Apurímac fueron las regiones que más decrecieron a nivel nacional. El sector construcción ha sido otro de los principales impulsores del crecimiento en la zona sur, a excepción de Moquegua que no ha podido recuperarse de la fuerte contracción registrada en la primera mitad del año.
El transporte fue el segundo sector que más creció en el sur, seguido por el sector agropecuario, que experimentó un crecimiento destacado en Tacna debido al mayor cultivo de aceituna, y en Cusco y Puno gracias al mayor cultivo de maíz amiláceo y quinua, respectivamente. Para mantener el crecimiento de la región en el 2023, es necesario generar un clima adecuado para la inversión minera y priorizar la inversión pública en proyectos de infraestructura prioritarios para la región.
Aunque la economía peruana tuvo un crecimiento moderado en el 2022, las regiones del sur del país experimentaron un crecimiento importante impulsado principalmente por el sector minero e hidrocarburos y la construcción, pero de manera desigual. En ese sentido, el IPE señala que es necesario generar un clima adecuado para la inversión minera y priorizar la inversión pública en proyectos de infraestructura prioritarios para la región.