Propietaria de Dulce Catita pide a las autoridades mayores espacios que ayuden a ofrecer sus productos innovadores.
Socorro Merino Morante, propietaria del emprendimiento “Dulce Catita”, inició su proyecto durante la pandemia, tiempo donde perdió a su madre y la llevó a una profunda depresión y dolor. Ante ello, decide incursionar en el rubro de productos naturales y orgánicos, tomando la decisión de emprender como parte de una terapia.
“Mi emprendimiento se llama Dulce Catita, es una ecotienda todo lo que uso trato de que sea lo más ecológico posible […] El emprendimiento lo inicié como terapia a raíz de que perdí a mi madre en el año 2020 en plena pandemia y le puse el nombre de mi mamá”, expuso Merino.
Asimismo, la emprendedora hizo un llamado a las autoridades para que apoyen a los emprendedores con estos espacios que generen mayor dinamismo económico local. “Yo le estoy agradecida a la Municipalidad distrital de Castilla, al área de Desarrollo Económico local ya que es una forma en que nosotros como empresarios podemos dar a conocer nuestros productos a veces la gente al ver el número ahí nos llama nos piden los productos es una forma de llegar a más público”, refirió.
Por otro lado, la emprendedora destacó que las empresas privadas vienen apoyando mediante el consumo de sus productos y cada cierto tiempo acude a ofrecerlos generando ingresos para su hogar. “En el sector privado, la clínica San Ignacio de Loyola me apoya voy una vez al mes a ofrecer mis productos, en EsSalud lo que es el policlínico III Castilla-Campo Polo también voy dos veces al mes a ofrecer mis productos, dentro del staff médico cantidad de clientes”, dijo.