El caso más crítico es Piura. Según un análisis de Videnza Instituto, solo el 1.4 % de estos establecimientos tiene una buena reserva de fármacos.
Al cierre del 2023, se gastó el 92 % (S/ 901.4 millones) del presupuesto público destinado a la compra de medicinas. Pese a ello, no se ha reflejado un stock importante de los llamados medicamentos esenciales en todos los establecimientos de salud hasta la actualidad.
Un reporte de Videnza Instituto, con datos del Ministerio de Salud (Minsa) y los gobiernos regionales, evidencia que en enero último solo un 43.45 % de los establecimientos de salud públicos tienen una disponibilidad mayor al 80 % de los medicamentos esenciales: ácido acetilsalicílico, diclofenaco sódico, naproxeno o ibuprofeno, entre otros.
La directora ejecutiva de Videnza Instituto, Janice Seinfeld, comentó que este índice de establecimientos con disponibilidad de medicinas ha empeorado, pues en diciembre la tasa llegaba al 60.58 %. “Esto ocurre, porque el Estado reinicia actividades logísticas luego de finalizar el año anterior”, explicó.
Piura es el caso más crítico. El análisis de Videnza indica que en esta región solo el 1.4 % de los establecimientos de salud públicos tienen más de 80 % de los referidos fármacos. “Este departamento tiene una carencia de profesionales de la salud, lo que hace que su gestión se encuentre debilitada en la red de servicios y en la propia Dirección Regional de Salud”, precisó.
A mitad de la tabla están las regiones: Cusco (52.6 %), Lima (49.6 %), Ica (48.6 %), Lambayeque (44.9 %), Puno (41.6 %) y Arequipa (39.2 %). Mientras que en la punta se encuentran Tacna y Moquegua, las dos han llegado al 100 %.