Después de 28 años sin acceso a energía eléctrica, el criadero de cocodrilos de Tumbes, un importante centro de conservación ecológica ubicado en Los Manglares de Puerto Pizarro, dio un paso significativo hacia la modernización y el desarrollo económico. La puesta en servicio de la energía eléctrica es parte del programa de Usos Productivos de Enosa.
Gracias al trabajo colaborativo de Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (Fondepes) y Enosa, el proyecto no solo se centró en la instalación de electricidad, sino que dotó al criadero de energía trifásica. Esta actualización permitió la implementación de máquinas de mayor demanda, abriendo la puerta a nuevas oportunidades de ingresos y mejoras en la eficiencia operativa.
La logística detrás de este proyecto de electrificación en la zona fue sorprendente. No solo se trasladó el transformador eléctrico en balsas, sino que los pobladores de la comunidad lo cargaron en hombros desde el desembarque hasta el lugar donde se iba a instalar. Este esfuerzo conjunto permitió superar las dificultades de acceso en áreas remotas.
Sostenibilidad y turismo
“Estamos orgullosos de apoyar un proyecto que no solo mejora las condiciones de trabajo, sino que también tiene un impacto positivo en la conservación de los cocodrilos”, comentó el vocero de Enosa.
La llegada de la electricidad al criadero no solo beneficiará a los trabajadores, sino que también promete transformar el criadero en un referente de innovación y preservación de la biodiversidad en la región. La capacidad de implementar nuevas tecnologías y procesos mejorará significativamente la eficiencia y la productividad del criadero, promoviendo así el turismo en la zona.
La zona de criadero de cocodrilos de Tumbes se ha convertido en un punto clave para el turismo, atrayendo a visitantes de todo el mundo interesados en la observación de la vida silvestre y la conservación ambiental. Este proyecto no solo permite a los turistas apreciar de cerca a estos impresionantes reptiles en su hábitat natural, sino que también contribuye a la educación y concientización sobre la importancia de proteger estas especies y sus ecosistemas. Además, al potenciar el turismo en la región, se generan ingresos para las comunidades locales, fomentando el desarrollo económico y promoviendo la sostenibilidad a largo plazo.
Un promedio de 50 mil turistas visita el zoo criadero en un año. El 60 % son nacionales y el 40 %, extranjeros. El costo de una entrada es de S/ 3.50 (adultos) y S/ 1.50 (niños).
El horario de ingreso al criadero de cocodrilos es todos los días de lunes a domingo desde las 9:00 a 18:00 horas.
El clima en el criadero de cocodrilos es cálido y fresco. Teniendo como temperatura promedio anual de 25°C en el día y 21 °C durante la noche.