El BCR sostiene que la relación entre la delincuencia y el crecimiento económico es bidireccional.
Un estudio del Banco Central de Reserva (BCR) revela que la criminalidad tiene un impacto significativo en la economía, tanto de manera directa como indirecta, por lo que le cuesta al país un 2.2% del PBI anualmente.
Según la entidad, los costos directos incluyen la pérdida de bienes y producción derivada de delitos como robos y homicidios, así como los gastos en seguridad pública y privada.
En cuanto a los costos indirectos, estos se reflejan en la reducción de oportunidades laborales, el debilitamiento de las instituciones y el aumento de la corrupción.
El BCR sostiene que la relación entre la delincuencia y el crecimiento económico es bidireccional: el crimen desalienta la inversión y distorsiona el consumo, mientras que un mayor crecimiento económico puede reducir los incentivos para delinquir al generar más oportunidades legales.
Criminalidad impacto en la economía
Utilizando la metodología del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el BCR estima que la inseguridad ciudadana le cuesta al Perú alrededor del 2.2% del PBI anualmente. Esta cifra refleja los gastos en seguridad por parte de empresas formales (1.5% del PBI) y los costos gubernamentales en la administración de justicia y servicios policiales (0.7% del PBI).
Sin embargo, este cálculo no contempla los costos indirectos, como la pérdida de ingresos por parte de las víctimas de la delincuencia. La inseguridad afecta el consumo, ya que las personas modifican sus hábitos de compra, reduciendo el consumo de bienes visibles y destinando más recursos a la seguridad privada. Este cambio de comportamiento agrava aún más los efectos negativos de la inseguridad en la economía.
Medidas para mejorar el bienestar social
El BCR sugiere que, si el Perú lograra reducir su tasa de homicidios del actual 8 por cada 100,000 habitantes al promedio mundial de 5, el crecimiento potencial del PBI aumentaría en aproximadamente 0.1 puntos porcentuales.
Además, otras formas de delincuencia, como la extorsión a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), que representan más del 95% del tejido empresarial del país, también generan importantes efectos negativos en la economía nacional.