Acceso a crédito y capacitación financiera permiten a más peruanas emprender y consolidar sus negocios en sectores clave.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, las microfinanzas se han convertido en un pilar fundamental para la autonomía económica de miles de peruanas, en un contexto donde las brechas de género en el acceso al crédito aún representan un desafío, pero hay que destacar el trabajo de las entidades microfinancieras que diseñan productos y estrategias para fortalecer el emprendimiento femenino, permitiéndoles impulsar sus negocios y mejorar su calidad de vida
El impacto de las microfinanzas es evidente en sectores como el comercio, la belleza, la gastronomía y los servicios de salud, donde las mujeres lideran la creación de nuevas empresas y según datos recientes del III Boletín de Demografía Empresarial 2024, el 72.7% de los salones de belleza en el país son dirigidos por mujeres, seguidos por servicios de salud (64.6%) y restaurantes (63.9%).
En las últimas décadas, la percepción sobre el papel económico de la mujer en el Perú ha cambiado significativamente, según lo sostiene la vocera de Caja Piura, Marianela Albirena: “Hoy las mujeres desempeñan un papel clave en diversos sectores productivos y en el liderazgo empresarial gracias al acceso a la educación, sin embargo, persisten desafíos, como la brecha salarial y la baja representación en puestos de liderazgo”.
Durante 2024 se desarrolló programas de capacitación en la que instituciones como la Corporación Financiera de Desarrollo (COFIDE) y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) en alianza con entidades como, por ejemplo, la microfinaciera piurana, que fortalecen el ecosistema microempresarial femenino a través de “Mi Negocio con Caja Piura” tanto en Chiclayo como en Piura, y “Mujer, que tu negocio crezca más” que brindó formación a 50 micro y pequeñas empresarias en gestión empresarial, finanzas, liderazgo y marketing digital, permitiendo a las participantes fortalecer sus habilidades estratégicas y consolidarse como emprendedoras líderes.
“Las mujeres emprendedoras representan el 48.91% de nuestra cartera de clientes, y su comportamiento financiero demuestra un nivel de riesgo más bajo, con solicitudes de crédito alineadas a su capacidad de pago, lo que permite ofrecer productos diferenciados y a la medida de sus necesidades”, explica Albirena, quien ejerce la jefatura de Marketing de la Caja piurana, entidad que ha diseñado líneas de crédito exclusivas para mujeres, como el programa Crece Mujer, que otorga préstamos sin necesidad de aval.
El impacto de las microfinanzas no sólo se refleja en la consolidación de negocios, sino también en la mejora de la calidad de vida de las mujeres y sus familias. La posibilidad de acceder a financiamiento adecuado les permite gestionar mejor sus ingresos, invertir en educación para sus hijos y proyectarse hacia metas más ambiciosas, como la compra de una vivienda, explica la ejecutiva.
La inclusión financiera de las mujeres no solo es un derecho, sino una estrategia clave para el crecimiento económico del país y el reto sigue siendo consolidar políticas y productos financieros que continúen cerrando la brecha de género en el acceso al crédito.
