A vísperas de Fiestas Patrias —una de las fechas con mayor movimiento turístico—, Piura afronta un reto: su aeropuerto aún opera con limitaciones. En 2024, el flujo de pasajeros en los aeropuertos de Piura ya mostraba una tendencia a la baja. Lejos de revertirse, esta caída continuó en 2025: según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), en el primer trimestre del año, hubo 365 mil llegadas y salidas de pasajeros, lo que representa una disminución de 0.5% respecto al mismo periodo del año anterior. Esta situación ocurre en un contexto donde el Aeropuerto Guillermo Concha Ibérico aún no cuenta con todas las mejoras proyectadas.
“Un aeropuerto operativo al 100% le da a Piura la posibilidad de conectarse con más destinos, atraer visitantes, y facilitar tanto el turismo como los viajes de negocios. La capacidad de movilizar personas de forma continua y segura es fundamental para que cualquier región crezca. Cuando esa conectividad falla o se limita por una infraestructura incompleta, la región pierde dinamismo económico y reduce su atractivo para el turismo y la inversión”, indicó Germán Vega, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).


De acuerdo con Ositrán, el Aeropuerto Internacional Guillermo Concha Ibérico de la ciudad de Piura aún no cumple con importantes estándares de calidad. Actualmente, presenta limitaciones en el espacio destinado al check-in y en las salas de espera, lo que puede generar incomodidades durante las horas de mayor afluencia. Además, existen otros aspectos pendientes como la ampliación de la cobertura en zonas específicas del aeropuerto. Realizar estas mejoras permitirá fortalecer la experiencia de los pasajeros y potenciar el desarrollo turístico y económico de la región.
“Los aeropuertos son puertas de entrada a la región. En Piura, donde el turismo y la inversión pueden traer más trabajo y desarrollo, tener un aeropuerto moderno es una gran oportunidad para reactivar la economía. Pero si la ampliación no estará lista hasta 2028, eso significa perder visitantes, negocios y empleos que podrían llegar hoy. Acelerar estas obras es urgente si queremos un país más conectado, con regiones que puedan crecer por sí mismas y ofrecer más oportunidades a su gente”, afirmó el especialista.
Las consecuencias de ello ya se reflejaron, incluso, desde el cierre del año pasado. En 2024, tanto el aeropuerto de Piura como el de Talara, registraron 1.3 millones de llegadas y salidas de pasajeros, lo que representó una caída de -4.9% respecto al año 2023. Esto acabó con tres años de recuperación y se ubicó por debajo de los niveles de pre pandemia (1.45 millones).
“Cuando un menor número de personas llega a la región, se reduce el movimiento en hoteles, restaurantes, tiendas, transporte y otros servicios locales. Esta situación reduce el flujo de dinero en la región, afectando negocios, empleo y oportunidades de crecimiento. Sin una infraestructura aeroportuaria eficiente que permita atraer más viajeros, Piura corre el riesgo de perder competitividad y frenar su crecimiento, afectando tanto el turismo como el desarrollo de negocios y sectores productivos clave”, concluyó el economista de REDES.