La inseguridad ciudadana golpea el corazón del tejido empresarial de Piura y pone en jaque a las micro y pequeñas empresas de la región.
El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Piura y presidente de la Caja Piura, Javier Bereche Álvarez, alertó sobre una preocupante tendencia: más de tres mil microempresas han cerrado sus puertas este año en la región debido, principalmente, a la extorsión y a los efectos de la inseguridad ciudadana. “El 25% de los clientes microempresarios en el Perú son extorsionados y tienen problemas para pagar su capital de trabajo porque deben destinar recursos a la extorsión”, denunció.
Bereche explicó que esta situación afecta directamente la sostenibilidad económica de Piura y limita las posibilidades de crecimiento formal. De acuerdo con su diagnóstico, el 95% de las empresas que cerraron corresponden a microemprendimientos, el sector más vulnerable ante el crimen y la informalidad. “Si queremos ver cómo la inseguridad ciudadana está afectando la economía del Perú, este es un claro ejemplo”, enfatizó el directivo.

El impacto va más allá de las cifras. La pérdida de empleo formal, la reducción de ingresos familiares y el debilitamiento de la confianza empresarial configuran un círculo vicioso que impide el desarrollo regional. Bereche insistió en que “ocho de cada diez piuranos trabajan en la informalidad, y eso nos muestra que la precariedad laboral está directamente ligada a la falta de seguridad y oportunidades”.
Finalmente, el presidente de Caja Piura exhortó a que las políticas públicas se orienten a proteger a los emprendedores y a fortalecer la formalización empresarial como respuesta integral. “La informalidad no se resuelve con rigor, sino con estrategias inteligentes que reconozcan que este es un fenómeno social que debemos abordar con inteligencia y empatía”, concluyó.