La economía peruana ha superado un año convulso para iniciar uno nuevo lleno de desafíos en medio de una crisis política y social sin fecha de caducidad. En esa línea, Luis Miguel Castilla, exministro de economía, advierte que el mayor reto del país será acelerar el crecimiento económico.
“El escenario base para el año 2023 es uno en que el entorno externo no contribuirá significativamente a impulsar la actividad económica”, señala Castilla, haciendo referencia a que un 60 % de la variabilidad del PBI peruano depende de factores externos.
Además, el economista destaca que aún no existe un impulso claro para que la inversión privada cobre dinamismo, y continúan los riesgos que condicionan la recuperación de la confianza, como: que persista la convocatoria a una Asamblea Constituyente, la incertidumbre de un nuevo proceso electoral y el populismo del Legislativo.
Ante esas circunstancias, el director ejecutivo de Videnza Instituto explicó que para lograr que la ralentización económica se detenga y que el crecimiento se estabilice en torno al 3 %, se precisa lograr políticas sensatas, mejoras institucionales, un Estado que cumpla sus responsabilidades y mantener el modelo económico vigente.