Si bien el Ministerio de Energía y Minas ha anunciado que viene reforzando los mecanismos para destrabar proyectos mineros en el país, la burocracia propia del Estado frena las inversiones mineras que podrían tener un impacto directo en el desarrollo de diversas zonas del Perú.
“Desde el sector privado, saludamos que el Minem haya identificado que la problemática principal es la tramitología, que piensa reducirse en un 30%. Sin embargo, esto puede acelerarse aún más, pues sabemos que los permisos en el Perú toman años, mientras que, en países industrializados como Canadá, se otorgan en pocas semanas”, indicó Guillermo Shinno, exviceministro de minas.
La normatividad que se viene trabajando desde el Ejecutivo, podría acelerar proyectos de exploración y explotación minera que llevan mucho tiempo en espera. Según el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), el Estado demora entre dos y tres años en aprobar los trámites para autorizar el inicio de los proyectos, por lo cual, de cada 1 000 proyectos mineros, solo 100 llegan a la etapa de perforación y solo uno se convierte en una unidad minera en producción.
“Agilizar los trámites administrativos no significa aminorar el cuidado ambiental. Al sector minero también le preocupa la preservación de los espacios naturales y las identidades culturales de las localidades del país. Para nosotros, el tema burocrático apunta a hacer más efectivo el proceso dentro del aparato estatal”, refirió Shinno.
Es importante señalar que la industria extractiva aporta el 14% del PBI nacional, el 60% de las exportaciones y brinda trabajo directo e indirecto a más de 2 millones de personas. Dichas cifras pueden incrementarse si se generan las condiciones adecuadas para que se ejecute la cartera de proyectos que tiene una potencial inversión superior a los US $54.000 millones, según el Minem.