En medio de un ambiente de profunda alegría y gratitud al Señor, nuestro Arzobispo Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., sostuvo un encuentro con las hermanas Mary James, Daissamma Thomas, Sheela Chathely Devasia, y Biji Thomas, religiosas misioneras de la India integrantes de la nueva comunidad de la “Congregación de la Madre del Carmen” (C.M.C.) quienes han llegado hasta el Bajo Piura para trabajar en las comunidades de las Parroquias “San Jacinto”, de Vice, y “San Silvestre”, de La Unión. La Congregación de la Madre del Carmen (C.M.C.) es la primera congregación religiosa indígena india para mujeres, fundada en Kerala el 13 de febrero de 1886.
Gracias por venir al Bajo Piura
Durante el encuentro y dirigiéndose a las integrantes de esta nueva congregación religiosa, nuestro Arzobispo les dijo: “Quiero expresarles mi sincero agradecimiento y reconocimiento por toda la riqueza que significa la presencia de ustedes en nuestra Arquidiócesis. Su llegada hasta esta querida zona del Bajo Piura, es testimonio coherente de que siguen al Señor Jesús mediante la práctica de los consejos evangélicos según los matices de su propia espiritualidad. Les aseguro mis oraciones por su fidelidad y santidad, para que el Señor las siga bendiciendo y fortaleciendo en su servicio. Que María Santísima, Nuestra Señora del Monte Carmelo, les ayude a vivir su vocación de seguir a Cristo y de servir a la Iglesia, para que así resplandezca siempre el Amor de Dios, fuente de esperanza para el mundo”.
Formación en la fe, cuidado del enfermo y apostolado en la educación
Cabe destacar que su principal lema es “Siempre creemos que Dios está por encima de todas las cosas”, por ello la formación en la fe es el primer y principal apostolado de las religiosas de la C.M.C. Las hermanas se dedican a prestar sus valiosos servicios al pueblo de Dios, especialmente a las mujeres y los niños, ayudándoles a crecer en la fe y la santidad. Pero también el ministerio de sanación es un campo de servicio donde unen sus manos con las manos sanadoras de Cristo y llenan sus corazones con el amor comprensivo del samaritano, derramando así la bondad por todas partes. A través de este ministerio brindan su cuidado tierno y amoroso a los enfermos y a los que sufren, en un enfoque holístico hacia los pacientes, los alientan ver a Dios en sus sufrimientos. Finalmente, otro importante apostolado es la educación, encaminada al desarrollo intelectual, social, económico, moral y espiritual de las personas, en particular de las mujeres y los niños. La educación no es sólo una profesión, sino un llamado sagrado, un gran apostolado a través del cual participan en la misión docente de la iglesia. La formación integral de la persona humana en la búsqueda de la excelencia intelectual y profesional, tanto para su propio enriquecimiento como para el servicio de la sociedad y de la nación en el espíritu de Cristo, ésa ha sido siempre la máxima prioridad en su labor educativa. Las religiosas de esta Congregación realizarán también en nuestra Arquidiócesis un intenso apostolado vocacional, y estamos seguros de que su presencia en nuestra ayudará a que muchas jóvenes respondan generosamente a la llamada del Señor.