En nuestra región, transformar lo que ofrecen la tierra y el mar en productos con valor agregado se ha convertido en uno de los principales motores de la economía. La manufactura, que convierte materias primas en bienes listos para el consumo, representa casi una quinta parte de la producción regional, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Solo en el primer trimestre de 2025, este sector creció un 21%, muy por encima del promedio nacional (4%), de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Este impulso se debe principalmente a la refinación de petróleo (diésel), la elaboración de productos congelados como la pota, enlatados de pescado, procesamiento de carnes y la fabricación de cemento, actividades que están dinamizando el empleo, la inversión y el comercio en toda la región.
“La manufactura es importante para Piura porque permite transformar los recursos que la región produce en bienes con mayor valor. Al procesar recursos como el petróleo, el algodón o la pota, no solo se optimiza su aprovechamiento, sino que también se generan empleos, se atrae inversión y se activa la economía local. Esta actividad permite que los recursos de Piura se transformen en productos de mayor valor, capaces de competir en el mercado y fortalecer la base productiva de la región”, explicó Germán Vega, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).

En Piura, muchas empresas manufactureras se encargan de transformar los recursos que la región produce, desde el mar hasta el campo. Esta actividad se divide en manufactura primaria, que implica un procesamiento inicial, como en el caso de los enlatados y congelados de pescado, el arroz o la refinación de petróleo para obtener combustibles. También está la manufactura no primaria, donde el nivel de transformación es mayor y se obtienen productos más elaborados, como el cemento, la cáscara de limón deshidratada, los aceites esenciales o los jugos listos para el consumo. Ambos procesos permiten aprovechar mejor los recursos locales, generar empleo, atraer inversión y posicionar a Piura en mercados cada vez más exigentes.
“Alrededor de esta actividad se ha consolidado un tejido empresarial que sostiene y potencia el desarrollo de la manufactura en Piura. Las empresas, desde grandes industrias hasta unidades medianas y pequeñas, cumplen un rol fundamental al generar empleo, atraer inversión y dinamizar la economía regional. En conjunto, conforman la base productiva que impulsa el crecimiento industrial y refuerza la competitividad de la región”, precisó el especialista.
Según datos de PRODUCE, en Piura existen 5,830 empresas dedicadas a la manufactura, de las cuales el 94% son microempresas. Con estas cifras, en 2024 la región se ubicó en el séptimo lugar a nivel nacional con mayor número de empresas manufactureras. Sin embargo, el sector enfrenta un desafío estructural: la alta informalidad laboral. Piura es la tercera región del país con más trabajadores informales en el sector manufactura, con cerca de 66 mil personas que laboran sin beneficios. Esta situación limita la productividad y la competitividad de la actividad industrial.
“La formalización es una vía concreta para mejorar la calidad de vida de miles de familias piuranas. Permite acceder a empleos de calidad y mayores oportunidades de desarrollo. Además, fortalece la economía regional al aumentar la productividad, atraer inversión y generar un entorno más competitivo. En el caso de la manufactura, que agrupa a trabajadores del mar, del campo, de plantas y talleres, formalizar es integrar a todos esos actores en una misma cadena de valor que impulsa el crecimiento de Piura. La manufactura es la gran fábrica donde miles de piuranos hacen posible, cada día, que la región crezca, se mueva y se transforme”, concluyó el economista de REDES.