La ministra de Desarrollo Agrario y Riego, Nelly Paredes, quien asumió al cargo el pasado 10 de diciembre, reveló que cuando ingresó a la gestión encontró más de 300 expedientes de proyectos de inversión acumulados en la Dirección de Gestión Ambiental Agraria (DGAA) a la espera de una opinión técnica ambiental vinculante del Midagri. Según supo gestion.pe, son 360 expedientes en total, de los cuales 300 son del rubro agrario y el resto, de otros sectores, incluyendo el minero.
La DGAA, como la norma indica, es la oficina que se encarga de evaluar y aprobar instrumentos de gestión ambiental de proyectos de inversión del sector agrario comprendidos en el Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), aunque también de minería, petróleo, gas, energía e industria. Explica el especialista en agronegocios, Marco Vinelli, todos los proyectos de más de 20 hectáreas que involucren al sector agricultura, tiene que obtener la autorización de dicha dirección ambiental.
Milton Von Heese, exministro de Agricultura, agrega que también evalúan proyectos relacionados al cambio de uso de suelos. Un tema que genera controversia con grupos ambientalistas. Cuando una empresa minera busca habilitar una servidumbre en un área que puede tener ciertas restricciones para el Midagri puesto que la mayoría de suelos en el país han sido clasificados como suelo de actitud forestal “cuando a veces no hay ningún árbol”. Otro ejemplo, señala, es el permiso que se requiere para la producción de palma aceitera, aunque éstos se realizan, menciona, en áreas degradadas.