Deterioro de la producción nacional y factores particulares en las regiones incidieron en los resultados.
La contracción de la inversión privada, combinada con la recesión económica de 2023 (-0.55%), resultó en una menor contratación de trabajadores durante ese año, lo que generó un aumento del desempleo, especialmente notable en las principales ciudades del país, según datos de la Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN) del INEI.
Según el informe “Perú: Comportamiento de los Indicadores del Mercado Laboral a Nivel Nacional y en 26 Ciudades” de la entidad, la tasa de desempleo en las 25 urbes del interior aumentó del 3.9% en 2022 al 6.3% en 2023. Esto representó un incremento de 102 mil personas desempleadas, y llegó a un total de 260 mil.
Si bien existen factores particulares por región, el común denominador del desempleo fue la disminución de la producción.
En Trujillo, la Ciudad de la Eterna Primavera, que alberga al 53.2% de la población de la región La Libertad, el número de puestos de trabajo aumentó en un 3.9%. No obstante, la tasa de desempleo creció en 1.4 puntos porcentuales, y alcanzó el 5.3%. Esto significa que aproximadamente 28,700 personas se encuentran desempleadas.
También en el norte, las ciudades de Piura y Chiclayo reflejaron tendencias similares. Piura, que representa el 31.5% de la población de la región, experimentó una disminución del empleo del 3.3%, mientras que Chiclayo, con el 43.8% de la población regional, enfrentó una caída del 17.1%. Las tasas de desempleo también evidenciaron deterioro, alcanzando el 6.6% en Piura y el 7.7% en Chiclayo.
Según el INEI, la disminución de puestos de trabajo en el norte estaría explicada por la caída de los PBI de dichas regiones, asociada a las lluvias por el efecto del fenómeno de El Niño Costero junto a la menor actividad en la inversión pública.
En el sur
Por el lado del sur, el desempleo en Arequipa, la Ciudad Blanca, llegó a 37,100 personas, seguida de Cusco (15,200), Tacna (8,700) y Ayacucho (6,000).
A decir del INEI, el deterioro estuvo asociado por la caída de la actividad, influenciada por la menor inversión en infraestructura de los gobiernos subnacionales, las condiciones adversas térmicas que afectaron la producción agrícola y la manufactura.